“El éxito no es de unas cuantas: juntas brillamos más”
- MOMAC CUU
- 1 sept 2020
- 2 Min. de lectura

Los últimos días he visto con frecuencia una imagen que circula en redes sociales y que hace alusión a lo “malas amigas” que somos entre nosotras. Según la publicación compartida por muchas de las mujeres que tengo agregadas, es muy raro encontrar lealtad, apoyo y alguien que no sienta envidias, en fin, una buena amiga.
Al momento de verla lo primero que se me vino a la mente fueron esas niñas que ya no forman parte de mi vida y las razones por las cuales nos alejamos, si es que llegaron a existir. Pero luego se me vinieron a la mente las mujeres tan maravillosas que forman parte de mi vida y que de manera desinteresada han hecho muchísimas cosas por mí, sin esperar nada a cambio, sin pedir ningún tipo de retribución y no pude evitar preguntarme: ¿qué está pasando?, ¿en qué momento nos volvimos enemigas entre nosotras o quién nos hizo creer que lo somos? Y creo que la respuesta a las mismas es que todo esto forma parte de una cultura que está arraigada desde muchísimos años atrás, sin embargo, esto no significa que sea correcto.
En las relaciones humanas es común que existan problemas o diferencias porque todos y todas somos diferentes y es precisamente eso lo que nos hace seres únicos e irrepetibles, sin embargo eso no significa que se trate de una guerra entre nosotras ni de una competencia por ver quién es mejor que la otra porque estoy segura de que dentro de cada una existen un sinfín de virtudes que podemos compartir entre nosotras.
Sabemos que ser mujer en México es un doble reto, porque de por sí las cosas no son fáciles en nuestro país, si eres mujer tienes que esforzarte el doble para salir adelante, para destacar y para que reconozcan tu trabajo, entonces creo que es momento de ser aliadas, pero aliadas de verdad, de tendernos la mano, de levantarnos e impulsarnos unas a otras y que antes de juzgar lo “malas” que pueden ser otras mujeres pensemos en que estamos haciendo nosotras para mejorar nuestras relaciones con aquellas que nos rodean, de dejar de criticarnos y comenzar a comprendernos, de no seguir alimentando esta cultura de odio y entender que todas las personas somos el resultado de las experiencias vividas, tanto de las buenas como de las malas.
Por mi parte puedo asegurar que no es difícil encontrar una buena amiga y lo digo porque estoy llena de ellas y además formo parte de una asociación conformada por más de 50 mujeres, que está llena de mujeres brillantes, exitosas, trabajadoras e inteligentes que día a día aportan a mi vida un poco de lo mucho que ellas son, mujeres que admiro y que sé que van a llegar muy lejos porque luchan por sus sueños día con día pero que también sé que su brillo nunca va a opacar el mío ni el de ninguna otra, porque en esta vida hay espacio para todas y si nos ayudamos unas a otras, brillaremos todas.
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